El vino bajo el mar: bodegas que envejecen botellas en el océano

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En las costas de España, Croacia y Francia, algunas bodegas han encontrado en el océano un aliado inesperado: el envejecimiento submarino del vino. Sumergidas a decenas de metros de profundidad, las botellas evolucionan bajo presión constante, temperatura estable y ausencia de luz.

Marcas como Crusoe Treasure en Bilbao o Edivo Vina en Croacia han convertido esta técnica en sello distintivo. El resultado no es solo en sabor: las botellas emergen cubiertas de conchas y corales, transformándose en piezas únicas, mitad vino, mitad obra de arte.

Crusoe Treasure


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Los precios reflejan la rareza: algunas ediciones alcanzan cifras comparables a etiquetas de culto. Para el coleccionista, poseer un vino submarino significa más que degustar; es adquirir una experiencia encapsulada en el fondo del mar.

En tiempos donde el lujo busca diferenciación, el océano ofrece un escenario inédito. El vino deja de reposar en barricas para convertirse en relato sumergido.

Edivo Wines


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