La Bacteria Que Pone a Prueba Todo lo Que Sabemos

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Un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Oregón ha realizado un descubrimiento que podría cambiar el rumbo de la bioelectrónica: una nueva especie de bacteria que tiene la capacidad de conducir electricidad. Esta bacteria, nombrada *Candidatus Electrothrix yaqonensis*, fue hallada en los sedimentos de la bahía de Yaquina y presenta propiedades únicas que abren un abanico de oportunidades para la tecnología sostenible.

Las “bacterias cable”, como son comúnmente conocidas, forman largas estructuras filamentosas que se conectan por sus extremos, creando una red biológica. Lo peculiar de *C. yaqonensis* es su envoltura externa, que aunque no conductora, protege eficientemente el filamento interior, el cual cuenta con una fibra que contiene un complejo metálico de níquel. Este componente actúa como un cable biológico, llevando electrones a lo largo de la estructura, lo que le confiere su notable capacidad conductora.

Investigaciones previas han indicado que esta nueva especie de bacteria exhibe una conductividad eléctrica superior a la de otras conocidas en su grupo. Esto ocurre gracias a su habilidad para reducir electrones en presencia de oxígeno, lo que sugiere que es altamente eficiente en procesos de reacción vinculados a la bioelectrónica. La capacidad de adaptación a ambientes salinos es otra de sus virtudes, permitida gracias a la presencia de proteínas que facilitan el intercambio de sodio y protones.

La combinación de una elevada conductividad y la capacidad de adaptarse a diferentes entornos convierte a *C. yaqonensis* en un candidato ideal para aplicaciones en bioelectrónica. Podría ser clave en el desarrollo de dispositivos electrónicos biodegradables y biosensores. Además, su habilidad para fomentar reacciones redox también la posiciona como una potencial herramienta en la biorremediación de contaminantes, lo que podría ser crucial para enfrentar desafíos ambientales actuales.

A medida que la investigación avanza, se centrará en entender mejor cómo se forma la envoltura protectora de esta bacteria y los mecanismos de autoorganización de sus fibras conductoras. Este descubrimiento nos invita a reflexionar sobre las posibilidades que la naturaleza nos ofrece para innovar en tecnologías sostenibles y eficientes, un paso hacia un futuro más respetuoso con el medio ambiente.

Una bacteria que vive en el lodo es capaz de conducir energía y podría llevarnos a una revolución en la electrónica | WIRED

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