Tejidos metálicos que respiran

Caio Marcolini encuentra su inspiración en los sistemas orgánicos, desde las raíces entrelazadas hasta las células que conforman nuestro cuerpo. Lo que comenzó como una fascinación por la naturaleza se transformó en una serie de esculturas tejidas a mano con finas tiras de metal. El oro, cobre e hierro se entrelazan para crear formas delicadas que parecen vibrar entre lo biológico y lo abstracto.
El artista, formado como orfebre, emplea técnicas tradicionales para crear una malla uniforme que da lugar a formas que parecen fluir como organismos vivos. Cada escultura, aunque única, es un reflejo de una comunidad orgánica, un organismo que respira a través de su estructura.
Marcolini deja que el proceso fluya de manera intuitiva, dando vida a piezas que se convierten en algo más que arte: en una reflexión sobre la vida misma.
Su exposición “Not Every Repetition is a Return” se puede visitar hasta el 23 de mayo en Galería Lica Pedrosa, en São Paulo.